La niebla, protagonista en el campeonato. |
La
expedición estaba compuesta por las parejas siguientes: Mario-Eva, Juan Carlos-Gelín, Oscar-Maica y
Pely-FranCasti. Además nos acompañaban Sandra, Adriana, Esther y Paquiño (que
llegó el sábado por la mañana) así como los hijos de algunos de nosotros, para
disfrutar de un gran fin de semana.
El viernes por la tarde, alrededor de las
20:00, nos acercamos a la playa para comprobar las condiciones de pesca y
realizar algunas pruebas. El escenario era prometedor, con una playa de aspecto
magnifico totalmente abierta al mar, una altura de ola bastante adecuada para
pescar, temperatura suave y ausencia de viento. Lo único que molestaba, aunque
sólo mínimamente, era la presencia de algunas algas en el agua, pero dadas las
condiciones del mar con no demasiada corriente lateral, apenas entorpecían la
acción de pesca. Los plomos de casting aguantaban perfectamente la posición de
los aparejos a cualquier distancia, tanto en la corta como en los lanzamientos
más potentes. Estuvimos haciendo pruebas alrededor de media hora y no tuvimos
ocasión de realizar ninguna captura, pero sabíamos que ciertos participantes
que ya llevaban allí algunos días, habían capturado sargos y lubinas.
Realizadas las pruebas nos fuimos a cenar y a dormir, aunque lo de dormir a
nuestra compañera Sandra se le puso bastante difícil, dado que sufrió cólicos
nefríticos y tuvo que ir a urgencias en una ambulancia. Afortunadamente a
mediodía del día siguiente se encontraba mejor, le dieron el alta y pudo
disfrutar del resto del viaje sin más contratiempos.
El sábado se realizó el habitual acto de
apertura en este tipo de competiciones, con la presentación de los países
representados y que fueron Portugal, España, Italia, Holanda y Túnez, así como
el sorteo de puestos para ambas mangas. Tras ello, pudimos disfrutar de una
animada comida consistente en “cerdo ó espeto” que por cierto estaba muy rico e
intercambiar impresiones con el resto de participantes, entre los cuales se
encontraban numerosos compañeros de otros clubes gallegos como Riomar, Peixe
Espeso o Rodaballo.
Tras la comida vinieron unas horas de
descanso y por fin, a eso de las 18:30, nos fuimos a ocupar los puestos de la
playa que nos habían sido asignados en el sorteo. Nada más llegar era evidente
que las condiciones habían cambiado de forma radical respecto a las del día
anterior. El oleaje había ganado
bastante altura, una potente corriente lateral de izquierda a derecha hacía
acto de presencia y la cantidad de algas había aumentado considerablemente. Y
para poner la guinda, una espesa niebla que en ocasiones casi impedía ver a los
participantes de los puestos colindantes, se había instalado en la playa. Con
todo, sin perder un ápice de nuestro ánimo, montamos nuestros puestos con sus
dos cañas por pareja, que era lo establecido en las normas del campeonato y por
fin a las 20:00, dio comienzo la primera manga de la prueba. A lo largo de esta
manga la corriente lateral y las algas provocaron constantes cruces y enredos
entre las líneas de los puestos contiguos e incluso a veces entre líneas
separadas por dos o más puestos. El uso
de plomos de alto poder de agarre como pirámides o ganchos era obligado y en
algunas ocasiones ni así se conseguía vencer a la corriente. Mientras, la
cantidad de pescado que iba saliendo era escasísima; apenas algunas arañas y
lubinas hacían acto de presencia. De nuestras parejas participantes, tan solo la compuesta
por Oscar y Maica consiguió salvar el cero.
Tras dos horas y media de pelear contra la
corriente y las algas finalizó la primera manga. Media hora para cambiar de
puesto a toda velocidad y vuelta a empezar. En esta segunda manga las
condiciones seguían siendo las mismas, en algunos casos en función de la zona
de la playa incluso peores, porque la marea había bajado y la corriente se hacía
más fuerte. Las capturas tampoco
parecían aumentar, aunque hacia el final de esta manga sí que se pudieron
capturar algunas lubinas, de tal modo que tres de nuestras cuatro parejas
salvaron el cero. En particular la formada por Mario y Eva consiguió poner en
tierra tres lubinas que sumaron algo más de 1700 puntos, lubinas que fueron
oportunamente liberadas ya que el campeonato se regía por la modalidad de
captura y suelta.
Carlos "El Pely" Bermudez y Fran Casti. |
Eva y Mario, padre e hija, da gusto verlos pescar juntos. |
Oscar batallando contra la espuma. |
Finalizada la segunda manga y con ella el
campeonato, se celebró la cena de clausura y posteriormente se hizo pública la
clasificación junto con la entrega de premios. Todos estábamos expectantes
porque, aunque habíamos hecho nuestras cuentas, no sabíamos exactamente que
puestos clasificatorios habíamos
conseguido. Bueno, no todos; Pely y yo habíamos hecho dos ceros así que
teníamos claro cuál era el nuestro. No obstante este doble cero se repitió en
casi la mitad de las parejas participantes, lo que pone de manifiesto la
escasez de capturas. Finalmente nuestras clasificaciones fueron las siguientes:
Oscar-Maica: 6º
Mario-Eva: 7º
Juan Carlos-Angel: 10º
Desde aquí queremos agradecer la
hospitalidad y buen hacer del club organizador Amir y en particular a nuestro
buen amigo Silvano. De seguro, repetiremos en posteriores ocasiones.
Francisco Castiñeiras.
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