Durante el parón veraniego y esperando ansiosamente la vuelta a la competición, alguna que otra escapada como esta suele matar el gusanillo de manera contundente.
En verano las claves son mas que conocidas por los pescadores que acechan a esta especie: hilos muy finos aunque parezca imposible la labor de levantarlos (entre 0.18 y 0.23), corchos pequeños en comparación con los utilizados en invierno, y tener paciencia para dar con el bando de ejemplares buen tamaño.
El cebo que utilizamos fué la gamba arrocera, un cebo de cómodo tamaño y muy fácil de colocar en el anzuelo mustad del número 1, de argolla. No es recomendable utilizar licra para este tipo de pesca, aunque en muchos casos el tamaño de los peces hace que la picada y posterior clavada sean tareas difíciles de llevar a cabo, y los peces nos limpien el anzuelo con cierta facilidad.
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Ángel Pardiñas dió con el sitio donde estaban los grandes. |
En esta salida de pesca el mar nos jugó una mala pasada, y acompañado de que las cañas utilizadas NO eran de la acción necesaria para el tamaño de los ejemplares, muchos se caían al ser levantados, y eso generó que el bando se moviese rapidamente de posta.
De todos modos, una salida de mucha actividad!